Vientos Huracanados Arrasan con Nuevo León
Las últimas horas han dejado a su paso una estampa desoladora en diversas partes de Nuevo León y Tamaulipas, transformando algunas áreas en lo que podría describirse como una “zona de guerra”. Los vientos huracanados, que azotaron implacablemente, causaron estragos significativos, dejando a miles de personas sin servicio de energía eléctrica y una estela de destrucción a su paso.
Entre las zonas más afectadas se encuentra la colonia Paseo del Prado, en el municipio de Juárez, Nuevo León. El amanecer en estas calles pintaba un cuadro caótico, con postes derribados, árboles arrancados de raíz y panorámicos retorcidos. Los estragos de la tormenta se hacían evidentes en cada rincón, con autos dañados y hogares afectados.
Vientos dejan daños materiales
En particular, una cuadra de esta colonia se convirtió en testigo de la furia de los vientos, con al menos tres postes de luz derribados, provocando daños a propiedades y vehículos, así como dejando a los residentes sin el servicio de electricidad. A pesar de los reportes realizados hace horas, la llegada de cuadrillas de la Comisión Federal de Electricidad aún está pendiente, lo que agrega una capa adicional de incertidumbre para aquellos afectados.
La compañía responsable de la prestación del servicio eléctrico emitió un comunicado en el que aseguró que desde el primer minuto después del fuerte ventarrón, están trabajando incansablemente para abordar la situación. Según el comunicado, se ha logrado restablecer el suministro eléctrico para el 67% de los usuarios afectados, lo que representa el 7% del total de 3.6 millones de usuarios en los estados de Tamaulipas y Nuevo León.
Más de 100 mil afectados en Nuevo León
Los números revelan la magnitud del impacto en ambos estados. En Tamaulipas, 150 mil 443 personas se vieron afectadas, y aunque el 51% ha experimentado la restauración del servicio eléctrico, aún queda un camino por recorrer. En Nuevo León, la situación es igualmente desafiante, con 101 mil 258 afectados, de los cuales el 89% ha visto restaurado su suministro eléctrico.
La respuesta a esta emergencia destaca la importancia de la pronta acción y la colaboración entre las autoridades locales y las empresas de servicios públicos para enfrentar y superar los desafíos derivados de eventos climáticos extremos. Mientras las cuadrillas trabajan incansablemente para restaurar la normalidad, la comunidad se une para apoyarse mutuamente en la reconstrucción después de la tormenta.
¿Cómo prepararse contra vientos fuertes?
Prepararse ante la posibilidad de vientos fuertes es crucial para salvaguardar tanto la seguridad personal como la integridad de la propiedad. Uno de los primeros pasos es mantenerse informado sobre las condiciones meteorológicas a través de fuentes confiables, ya que la anticipación es clave en la preparación para eventos climáticos extremos.
En el hogar, es recomendable llevar a cabo revisiones periódicas de la estructura. Reforzar las ventanas con persianas o contraventanas puede ayudar a proteger contra vientos intensos, al igual que considerar la instalación de cerrojos adicionales en las puertas. Estas medidas estructurales pueden desempeñar un papel significativo en la reducción de posibles daños.
La seguridad exterior también requiere atención. Asegurar objetos que podrían convertirse en proyectiles durante vientos fuertes es esencial. Anclar adecuadamente muebles de jardín, macetas y otros elementos externos contribuye a prevenir daños materiales y a minimizar riesgos para la seguridad.
Además, es aconsejable revisar y, si es necesario, podar árboles y ramas cercanas a la propiedad. La poda estratégica no solo puede prevenir la caída de ramas durante vientos fuertes, sino que también ayuda a mantener la salud y estabilidad de los árboles.
La preparación para vientos fuertes implica una combinación de conciencia, mantenimiento preventivo y medidas específicas en el hogar. Al tomar estas precauciones, se puede reducir significativamente el impacto potencial de eventos climáticos adversos, brindando una mayor seguridad y tranquilidad en momentos de incertidumbre meteorológica.