El juez Juan Pablo Gómez ha decidido no participar en las elecciones de 2025, una decisión que ha causado revuelo tras su salida de la polémica “tómbola jurídica”, sistema que establece la selección de candidatos para ocupar puestos en el Poder Judicial a través de un sorteo. Su postura crítica frente a la reforma del Poder Judicial, que plantea la elección de jueces, magistrados y ministros mediante voto popular, lo llevó a solicitar su retiro anticipado ante el Consejo de la Judicatura Federal (CJF).
Motivos detrás de su renuncia electoral
En una carta formal enviada al Consejo de la Judicatura Federal, Gómez dejó clara su postura en relación a las reformas recientes que han sacudido los cimientos del Poder Judicial. El juez expresó que no acepta la candidatura para el proceso electoral del próximo año debido a su inconformidad con la reforma que establece el voto popular como mecanismo de elección para las altas posiciones judiciales. Según él, esta reforma vulnera principios fundamentales como la división de poderes y va en contra de los valores que sustentan el sistema republicano.
A través de su misiva, el juez detalló: “Hoy decliné ante el Senado de la República mi candidatura para participar en cualquiera de los procesos de elección popular para ocupar el cargo de magistrado de Circuito, por considerar que la reforma al Poder Judicial es contraria a los valores de la república y la división de poderes. Asimismo, solicité al Consejo de la Judicatura Federal concluir mi gestión el 31 de octubre de 2024”.
Este párrafo ilustra el profundo desacuerdo que Gómez tiene con las modificaciones al sistema judicial. Desde su perspectiva, la reforma socava la independencia de las instituciones al permitir que el pueblo elija directamente a los jueces, una medida que, según él, pone en riesgo el equilibrio entre los poderes del Estado.

Defensa del Poder Judicial Federal
Además de expresar su rechazo a la reforma, el juez Gómez manifestó su esperanza en que, con el tiempo, la labor del Poder Judicial será reconocida y valorada adecuadamente en su justa medida. Para él, el trabajo que ha desempeñado esta institución ha sido crucial en la defensa de los derechos humanos y el respeto al orden constitucional. En su carta mencionó que está convencido de que la historia dará a conocer la verdadera importancia del Poder Judicial en el panorama nacional, reivindicando su rol fundamental en la protección de la legalidad y las garantías individuales.
“Estoy seguro de que la historia nacional reivindicará la gran labor del Poder Judicial de la Federación en la protección de los derechos humanos y la defensa del orden constitucional”, expresó en uno de los fragmentos de su carta, mostrando una visión optimista sobre el futuro de la institución, pese a los cambios que están ocurriendo en la actualidad.
Desde el punto de vista de Gómez, el Poder Judicial no es simplemente una entidad burocrática, sino un pilar fundamental en la vida democrática de México. Para él, las acciones judiciales han servido como un contrapeso necesario frente a posibles abusos de los otros poderes del Estado. En este contexto, su renuncia a participar en los comicios de 2025 no es simplemente una decisión personal, sino un gesto que busca llamar la atención sobre los riesgos que él percibe en la implementación de la reforma.
Compromiso con los valores judiciales
El juez también aprovechó la oportunidad para subrayar su trayectoria dentro del Poder Judicial, destacando que durante su mandato actuó siempre con los principios de lealtad, honradez, independencia, imparcialidad, objetividad y profesionalismo. Estos valores, sostuvo, no solo han guiado su labor, sino que seguirán siendo los pilares de su conducta en el futuro, aunque ahora desde una nueva trinchera: la sociedad civil.
Gómez hizo énfasis en que su decisión de renunciar al proceso electoral no implica un alejamiento completo de la vida pública, sino más bien un cambio de escenario desde donde continuará defendiendo sus principios y luchando por la justicia y la equidad. Este compromiso con los valores judiciales, ahora desde una posición ciudadana, refleja su convicción de que el servicio a la sociedad no se limita a un cargo institucional, sino que puede extenderse a diversos ámbitos de la vida pública.
“La lealtad, honradez, independencia, imparcialidad, objetividad y profesionalismo son valores que he defendido como magistrado y que seguiré defendiendo desde la sociedad civil”, subrayó en su declaración.
Al asumir esta postura, el juez se desmarca de una dinámica política que considera perjudicial para la imparcialidad y autonomía del Poder Judicial. La reforma, según Gómez, podría poner en riesgo estos valores fundamentales, y su renuncia puede ser interpretada como una medida para proteger su integridad profesional y su visión de un Poder Judicial independiente.
Reacciones ante la decisión del juez
La postura del juez Gómez no pasó desapercibida en el ámbito político y social. Entre las primeras voces que se pronunciaron a favor de su decisión se encuentra la del empresario y opositor de la Cuarta Transformación, Claudio X. González. En un mensaje breve pero significativo, González expresó su respaldo a la decisión de Gómez de no participar en las elecciones judiciales y le deseó lo mejor en sus próximos proyectos. Este respaldo no es menor, dado que González ha sido una figura clave en los sectores que se oponen a la agenda del gobierno actual.
El respaldo de figuras como Claudio X. González podría verse como un reflejo de la polarización que vive el país en torno a la reforma judicial. Mientras que algunos sectores consideran que la democratización del Poder Judicial es un avance hacia una mayor participación ciudadana y transparencia, otros, como el juez Gómez, creen que esta medida amenaza con politizar un órgano que debe ser imparcial y autónomo.
El apoyo público de González también sugiere que la decisión de Gómez puede tener repercusiones más amplias en el debate sobre el futuro del Poder Judicial en México. La elección de jueces mediante el voto popular es un tema que ha generado controversia, con argumentos tanto a favor como en contra, y la renuncia de una figura como Gómez añade un nuevo matiz a esta discusión.